HIGIENE DE
LA PIEL
La
piel constituye una de las primeras barreras del organismo para defenderse de
las agresiones del medio, es además un órgano de relación porque en ella está
el sentido del tacto.
Es aconsejable ducharse (mejor que bañarse) diariamente o al menos tres veces en semana y hacerlo preferentemente por la noche, pues así el cuerpo se relaja y descansa mejor. Se deben utilizar jabones de acidez similar a la de la piel (PH 6) y que no irriten. Es mejor utilizar nuestras propias manos haciendo masaje, pero si se emplean manoplas o esponjas, deben ser de uso individual.
Es aconsejable ducharse (mejor que bañarse) diariamente o al menos tres veces en semana y hacerlo preferentemente por la noche, pues así el cuerpo se relaja y descansa mejor. Se deben utilizar jabones de acidez similar a la de la piel (PH 6) y que no irriten. Es mejor utilizar nuestras propias manos haciendo masaje, pero si se emplean manoplas o esponjas, deben ser de uso individual.
Los
desodorantes normalmente cambian el olor del cuerpo por otro pretendidamente
agradable pero no deben usarse los antitranspirantes ya que impiden la
sudoración privando al organismo de los beneficios que esta aporta.
- Existen dos prejuicios populares que convendría desmitificar:
-
Las niñas durante la menstruación deben ducharse diariamente (no es cierto que
se corte la regla).
-
Cuando se tienen determinadas enfermedades con fiebre (gripe, resfriados...
conviene bañarse para eliminar la cloración y permitir una mejor transpiración
de la piel.
Independientemente
de la ducha diaria hay que lavarse la cara y las manos por la mañana.
El
cabello se ensucia con mucha facilidad porque retiene el polvo, las secreciones
del cuero cabelludo y su descamación (la caspa). Es aconsejable lavarlo 2
ó 3 veces a la semana en función del tipo de cabello (graso,
seco...) y teniendo en cuenta frotar con las yemas de los dedos, nunca
con las tiñas, y realizar al final un buen enjuagado para no dejar restos
de jabón. La elección del champú debe hacerse en función del tipo de cabello.
Estas
medidas generales deben de modificarse en casos especiales como en el
supuesto le existir piojos.
Dada
la facilidad de contagio y el hecho de que cualquiera, niño o adulto siendo
limpio, pueda ser contagiado, es necesario:
-
Revisión periódica del pelo.
-
Ante la aparición de piojos usar un champú o loción antiparasitaria adecuados,
existen muchos en el mercado. Consulte a su farmacéutico y él le indiciará el
más conveniente.
-
El éxito del tratamiento radica en aplicar el antiparasitario a todos los niños
y adultos al mismo tiempo y repetir la operación de nuevo a la semana.
-
El uso de champús antiparasitario de forma preventiva puede crear resistencia
en los piojos y problemas de piel, por lo que no está recomendado.
Las
manos, por su relación directa y constante con el medio, son uno de los más
importantes vehículos de transmisión de infecciones. Hay que lavárselas con
agua y jabón:
-
Al levantarse de la cama.
-
Después de tocar animales.
-
Cada vez que estén sucias.
-
Antes de manipular alimentos.
-
Antes y después de curar cualquier herida después de ir al wáter.
- Cuando se ha estado en contacto con posibles
fuentes de contaminación y/o intoxicación (basura, estiércol, tierra,
productos tóxicos...).
Especial
atención merecen las uñas ya que su estructura hace que se acumule fácilmente la
suciedad esto hace necesario la utilización de cepillo para limpiarlas. Es
aconsejable cortárselas frecuentemente.
Los
genitales, al estar tan próximos a los orificios de salida de la orina y las
heces. Son una parte del cuerpo que requiere especial atención. Tanto la vulva
como el pene tienen una serie de pliegues que hay que separar para lavarlos
correctamente, ya que estos facilitan la acumulación de restos de orina y
secreciones diversas.
Las
niñas deben lavarse de delante hacia atrás; para no arrastrar restos de heces a
la vagina. La regla no contraindica la limpieza, por el contrario, exige una
mayor frecuencia.
Los
niños deben bajar la piel del prepucio y limpiar el glande.
Los
desodorantes íntimos deben desecharse, pues pueden alterar la mucosa vaginal y
exponerla a infecciones.
LOS PIES
La
limpieza de los pies es de gran importancia, ya que al estar poco ventilados
por la utilización del calzado es fácil que se acumulen en ellos el sudor que
favorece la aparición de infecciones y mal olor.
Hay
que lavarlos diariamente y es fundamental un buen secado, sobre todo entre los
dedos, para evitar el desarrollo de posibles enfermedades. Las uñas de los pies
al igual que las de las manos, se cortarán frecuentemente y en línea
recta para evitar encarnaduras.
Los zapatos deberán ser cómodos, preferentemente de materiales naturales, para facilitar la transpiración y adecuados al tamaño del pie, pues un zapato excesivamente amplio puede ser incomodo y dar lugar a torceduras, por el contrario si es demasiado estrecho impide el desenvolvimiento natural del pie, produciendo durezas, rozaduras...
Los zapatos deberán ser cómodos, preferentemente de materiales naturales, para facilitar la transpiración y adecuados al tamaño del pie, pues un zapato excesivamente amplio puede ser incomodo y dar lugar a torceduras, por el contrario si es demasiado estrecho impide el desenvolvimiento natural del pie, produciendo durezas, rozaduras...
LOS OÍDOS
Se
lavará diariamente las orejas y el oído externo con agua y jabón, evitando la
entrada de agua en el oído medio, esto consigue inclinando la cabeza
hacia el lado que se está limpiando.
Los
bastoncillos de algodón se deben utilizar sólo para secar los pliegues pero
nunca para la limpieza del oído, ya que empujarían la cera dentro en lugar de
eliminarla, y contribuye a la formación de tapones.
Si
se observa en el niño/a la existencia de secreciones, picor persistente,
disminución de la audición es aconsejable consultar al médico.
Aunque
los ojos tienen un mecanismo propio de limpieza, construido por el
sistema lacrimal se deben lavar diariamente con agua. Especialmente al
levantarse para eliminar las legañas producidas durante el sueño.
Como medida de protección de los ojos hay que tener en cuenta:
-
Usar una buena luz para estudiar y leer, que entre por la izquierda para los
diestros y por la derecha para los zurdos. Si es artificial es
aconsejable que sea de 60 watios y color azul.
-
No leer en vehículos en movimiento ya que provoca variaciones continuas en la
distancia entre el ojo y el texto.
-
Mantener una distancia adecuada cuando se utilizan ordenadores o se ve la TV (1,5 metros ).
Los
padres y maestros pueden detectar deficiencias en la visión en los niños,
observando su actitud en relación a la lectura, escritura y la pizarra.
Es
aconsejable que la visión sea valorada por el médico periódicamente y usar
gafas en caso de estar indicadas.
La
nariz además de tener una función fundamental en el sentido del olfato,
interviene en la respiración acondicionando el aire para que llegue a los
pulmones con la temperatura y humedad adecuada y libre de partículas extrañas.
La producción de moco como lubricante y filtro para el aire es importante pero
el exceso de mucosidad obstruye las fosas nasales y dificulta la respiración,
la limpieza de la nariz consiste en la eliminación del moco y las partículas
retenidas con el paso del aire. Esta eliminación debe hacerse utilizando un
pañuelo limpio y tapando alternativamente una ventana nasal y luego la
otra y sin expulsar el aire con mucha fuerza.
Un
caso de obstrucción persistente se pueden hacer lavados con suero fisiológico,
echando unas gotas en cada una de las fosas nasales, esto es recomendable
hacerlo unas horas antes de las comidas, otra medida es tomar vapores de agua,
sin añadir ninguna otra sustancia, a menos que lo indique el médico.
Los
niños/as deben llevar siempre un pañuelo limpio y evitar tocarse la nariz con
las manos sucias, pues pueden producirse infecciones.
Al
igual que el cuerpo, y por estar en contacto con él, la ropa y el calzado deben
ser objeto de especial atención.
Es
indispensable cambiarse de ropa después de la ducha o baño. La ropa interior se
deberá cambiar diariamente.
Los
niños/as deberán llevar ropas cómodas, no muy ajustadas de fácil lavado y adecuadas
a cada momento y situación del día. Para dormir tendrán que utilizar ropa
amplia y diferente a la usarla durante el día. Se debe tener en cuenta la temperatura
ambiente y llevar ropas, adaptadas a la misma.
Los
zapatos, como va hemos dicho anteriormente, deben ser cómodos y adecuados al
tamaño del pie. Para mantener la higiene y duración del calzado conviene
limpiar, cepillar y airear los zapatos con regularidad.
HIGIENE EN
LAS DEPOSICIONES
Hay
que habituarse a defecar diariamente y conviene que se realice a una hora fija,
de lo contrario se produce con mayor facilidad el estreñimiento. Este se evita
con una alimentación rica en verduras, frutas (excepto manzana y plátano) y
otros productos ricos en fibra tales como pan, cereales integrales y agua
abundante.
Después de hacer defecar hay que lirnpiarse bien, utilizando papel higiénico suficiente, de forma que no queden restos (el último trozo de papel usado deberá quedar limpio). Las niñas deben limpiarse hacia atrás para no arrastrar restos de heces a la vagina. Inmediatamente después hay que lavarse las manos con agua y jabón, esta medida es especialmente importante, puesto que con ella se evitan ciertas enfermedades infecciosas cine que se transmiten por vía oral-fecal a través de las manos.
Después de hacer defecar hay que lirnpiarse bien, utilizando papel higiénico suficiente, de forma que no queden restos (el último trozo de papel usado deberá quedar limpio). Las niñas deben limpiarse hacia atrás para no arrastrar restos de heces a la vagina. Inmediatamente después hay que lavarse las manos con agua y jabón, esta medida es especialmente importante, puesto que con ella se evitan ciertas enfermedades infecciosas cine que se transmiten por vía oral-fecal a través de las manos.
HIGIENE
DEL SUEÑO
El
sueño es necesario para que el cuerpo se recupere de la actividad diaria.
Las necesidades del sueño varían según la edad y la actividad de los individuos
(los niños/as de 4 a
12 años necesitan aproximadamente 10 horas de sueño y los adolescentes de 8 a 10). A mayor
actividad física y mental, más número de horas de sueño se necesitan. La
falta de sueño produce en los niños fatiga, dificultad en el aprendizaje e
influye negativamente en su equilibrio personal.
Los
niños/as deben de acostarse y levantarse todos los días aproximadamente a
la misma hora. Hay algunos elementos y situaciones que facilitan el sueño: una
habitación silenciosa, oscura y aireada con temperatura moderada, una cama dura
y plana, cena ligera y bebidas no excitantes, actividades relajantes antes de
dormir (ducha, lectura...).
Algunas
normas higiénicas, enunciadas anteriormente, y aplicables a esta situación son:
-
Cepillarse los dientes antes de acostarse.
-
Ponerse la ropa amplia y distinta de la que se ha usado durante el día.
-
Lavarse al menos manos y cara al levantarse.
Al
hacer ejercicio la sudoración aumenta por lo que hay que ducharse después de
practicar cualquier deporte.
Para
hacer deporte hay que usar una ropa específica que habrá que cambiar cuando
haya finalizado el ejercicio. Lo mismo ocurre con el calzado de deporte; si su
uso se hace extensivo a todo el día se dificulta la transpiración de los pies y
se pueden producir infecciones en la piel. La ropa de deporte será ligera para
facilitar el movimiento y la transpiración. Conviene no hacer deporte durante
la digestión y tampoco con el estómago vacío, así mismo, hay que evitar el sobreesfuerzo:
el deporte debe ser adecuado a las posibilidades del niño.
HIGIENE DEL JUEGO
La
actividad principal en la vida del niño/a es el juego, y el juego implica la
mayoría de las veces que se ensucien.
Este
hecho debe ser aceptado por los adultos, que al mismo tiempo deben enseñar a
los niños que una vez concluido el juego, si es necesario, hay que lavarse y
cambiarse de ropa.
De todos modos debemos enseñar a los niños a evitar:
De todos modos debemos enseñar a los niños a evitar:
-
Jugar en lugares donde se acumulen basuras y desperdicios.
-
Tocar objetos punzantes o que representen peligro. Jugar en zonas donde haya
aguas estancadas.
-
Beber aguas sucias o no potables.
-
Chupar pegamentos.
-
Usar gafas de plástico que perjudiquen la vista.
-
Jugar en zonas de terreno con pozos, cuevas, cambios bruscos de altura o
lugares próximos a carreteras...
La
escuela es el lugar donde los niños y las niñas pasan gran parte del día. Si
adquieren hábitos de higiene respecto a la escuela, es probable que estos se
generalicen a los demás ámbitos de su entorno. Para que esto ocurra, debe ser
la escuela la primera en reunir unas condiciones mínimas que hagan un ambiente
sano.
- Respecto al ambiente térmico y aireación:
- Mobiliario:
La pizarra debe de colocarse de forma que todos los niños puedan verla desde
sus asientos, evitando el reflejo de la luz. Deben de haber papeleras en las
aulas, en el pasillo y en el patio.
- Sanitarios:
Muy importante es que los niños sientan que ellos puedan contribuir al
mantenimiento de la limpieza del colegio (tirando los desperdicios en las
papeleras, ordenando los objetos después de usados...).
Cuando
se bebe agua, se debe de evitar el contacto directo con la boca del grifo o
fuente para prevenir infecciones.
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